Hoy tengo que


A Natalia le gustaba hacer listas. Listas de las cosas que tenía que comprar en el supermercado. Listas de lo que no tenía que olvidar. Listas de las personas que hace mucho que no ve. Listas de las tareas domésticas. Listas.

Con esas listas se encontraba en cualquier parte. En el botiquín del baño, en los cajones de la mesa de luz, en el escritorio, sobre la mesa, arriba de la heladera, en el piso. Pero lo mejor era cuando metía las manos en los bolsillos del pantalón, o de un saco, y encontraba esos papelitos a veces blancos, a veces amarillos.

Esta mañana se encontró con uno de esos papelitos, estaba en el bolsillo de una cartera. Una cartera que había usado por última vez para ir al cumpleaños número 90 de su abuela. Miró el pedazo de papel rayado. Era la lista de las estaciones de tren que estaban antes de llegar a San Miguel.

Recordó ese día, lo primero que se le vino a la cabeza fue la foto que le sacó a su abuela. La abuela sentada en el sillón verde del living, el mismo donde el abuelo leía la Biblia por las tardes. Tenía un saco celeste, y una pollera negra. Las manos apoyadas sobre la falda. Sin sonrisa. Una mirada resignada, cargada de tristeza.

Ahora tiene la imagen en la cabeza, y es una imagen llena de luz, una luz solar que entraba por la ventana de atrás. La abuela estaba rodeada de un blanco que parecía hacerla flotar.

(Continuará)

Comentarios

Tamara Till dijo…
Continuación Ya!!!!!!!!
Buenísimo!
Marcelo dijo…
Te pondré en mi lista de blogs, claro.

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